Jean Baptiste Poquelin, mejor conocido como Molière nació en el año de 1622 en París, capital del amor y cuna del romanticismo. Aunque habiendo estudiado Derecho y Filosofía con Gassendi y haber prestado juramento para trabajar como tapicero y ayuda de cámara del Rey, renunció a todo esto a los 21 años para dedicarse al teatro, su verdadera pasión.
Con la compañía “Béjart” recorrió Francia durante 12 años, siendo un gran éxito después de su presentación ante el Rey Luis XIV con quien logró entablar una amistad muy significativa; teniendo el favor del monarca tenía más fuerza que sus numerosos enemigos en el ámbito teatral y en el político y social.
Ahora mismo no hablaremos mucho sobre el autor, pero prestaremos especial atención en su obra, la cual se compone de unas 30 comedias; varias de ellas consideradas obra maestra. Entre las más destacadas encontramos “Las preciosas ridículas” y “La escuela de las mujeres”, de las que hablaremos con detalle, además de “Tartufo”, “Don Juan”, “El misántropo”, “El avaro”, “El burgués gentilhombre” y “El enfermo imaginario”, etc.
Comencemos por Les précieuses ridicules, en español “Las preciosas ridículas” que es una farsa estrenada en 1659 ante Luis XIV exponiendo por vez primera la conducta contemporánea de la tendencia burgués denominada Preciosismo, haciendo mofa y a la vez denuncia de un defecto eterno en la sociedad parisina.
La trama trata sobre dos caballeros Monsieur La Grange y Monsieur Du Croisy, quienes vienen a cortejar a la hija y la sobrina de Gorgibus, Magdelon y Cathos. Las dos doncellas provincianas han llegando oyendo todo ese aire precioso y pretencioso que inunda París, haciéndose imágenes banas pero resplandecientes de una ciudad desconocida para ellas. Reciben a los pretendientes frívolamente y los desprecian por sus sencillos modales, considerándolos indignos.
Como venganza La Grange y Du Croisy envían a uno de sus lacayos, Mascarille, magníficamente vestido, quien tiene además fama de poeta y es bueno al hablar; éste deja deslumbradas con su porte y galantería a las doncellas, quienes inmediatamente cambian su postura y modos ante él. Prontamente viene a su encuentro uno su amigos Jodelet vestido de Vizconde y de igual forma quedan encantadas ante lo que ven, pero en el momento en el que Magdelon y Cathos se felicitan a sí mismas por la buena sociedad que visita su casa, aparecen bruscamente La Grange y Du Croisy apaleando y desnudando a sus lacayos avergonzando encendidamente a las doncellas pretenciosas que habían invitado a sus amigas para presumir a sus pretendientes. Para colmo de males tienen que soportar las réplicas de Gorgibus, hombre de modales bruscos y vulgares pero con un gran sentido común.
El éxito de dicha innovación teatral fue extraordinario, de pronto las exageraciones preciosistas quedaron desacreditadas, la polémica que suscitó la representación nace de la mofa que Molière hace referente al numeroso grupo de preciosistas, al preciosismo mismo.
“La escuela de las mujeres” o L’ecole des femmes en su título original, fue la más polémica, problemática, afamada y exitosa obra que tuvo Molière en su vida teatral. Se presentó en 1662 en el teatro del palacio real, la obra en sí misma posee calor y acción, motivo de críticas severas por parte de los grupos burgueses preciosistas, hipócritas y mojigatos.
La obra narra la historia de Arnolphe, quien se complace de escuchar las tragedias amorosas y desastres conyugales jurando no casarse hasta la edad de 42 años con el fin de protegerse de tantos infortunios. Su plan consiste en casarse con una jovencita de 17 años, Agnes a la cual ha criado, en su primer propósito después de haberla comprado a su madre, para ser mujer tan idiota como fuera posible. Pero sus intentos fracasan con la presteza de la joven quien no tarda en caer enamorada de Horace, quien la corteja ignorando los planes de Arnolphe y además elige al mismo como su confidente para contar sus numerosos éxitos con la dama.
Arnolphe, desesperado, intenta toda sarta de acciones para impedir que la joven inocente y el chico disipado logren engañarlo, pero a pesar de sus enérgicos esfuerzos, siempre fracasa. Cabe mencionar que sus intentos son, por su naturaleza romántica y protectora, al mismo tiempo perturbadores y conmovedores.
La obra termina con la reaparición del padre de la chica quién llega justo a tiempo para rescatarla de manos de Arnolphe y entregarla al joven Horace.
Aunado al éxito y en la misma proporción, Molière obtuvo tantas críticas que en un movimiento hábil, escribió una obra más titulada “Crítica de la escuela de las mujeres” que aunque no es propiamente una comedia si no un coloquio escenificado, es sin duda una sagaz y acertada pintura de costumbres y actitudes engoladas y faltas en el principal propósito de Molière de asesinar al ridículo.
Voltaire, defensor de Molière, escribió con su habilísima forma al respecto: La escuela de las mujeres es una pieza de un género nuevo, la cual, aunque se compone de relatos, está trazada con tanto arte que todo en ella parece ser acción.
Escribo sin dudar, que Molière es uno de los más grandes comediógrafos de la historia del teatro, pues librándose de la vanidad y simpleza del ridículo, utiliza su inigualable ingenio para entremezclar las circunstancias y sentimientos de sus personajes para causar gracia en ésa mofa magnífica y aquella crítica constante a los diferentes grupos pretenciosos de la sociedad Francesa.
Esperando tener más espacio para hablar de sus obras y rogando el lector se tome el tiempo para analizarlas con detalle después de esto. Aseguro que lo disfrutarán grandemente.
Escrito por: Elimnaín González Ibarra
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